Cuando a principios de la década de los sesenta del pasado siglo, los ingenieros americanos acometieron el reto de poner al hombre en la Luna , tuvieron constantemente dos principios en la cabeza: la finalidad (llegar a la Luna …, y volver) y la eficiencia. Eficiencia que implicaba utilizar lo imprescindible para conseguir la misión: ni más (porque la encarecería y la haría peligrar al tener que llevar objetos inservibles a cientos de miles de kilómetros), ni menos (porque carecerían de lo necesario para alcanzarla).
La eficiencia es pariente cercano de la calidad, pues sólo con ella se logra la finalidad perseguida, al menor coste, con el menor desperdicio y la mayor satisfacción de las expectativas.
Principios como el de la calidad y la eficiencia rigen el mundo de la industria automovilística desde mediados del pasado siglo y, muy especialmente, desde las sucesivas crisis del petróleo, cuyo encarecimiento ha revolucionado la investigación en la búsqueda de materiales más ligeros y moldeables para, junto con los avances en aerodinámica, obtener un aumento de potencia, seguridad y mínimo consumo.
- Pero, oiga, ¡yo pensaba que este blog iba de protección da datos!, ¿dónde quiere ir usted a parar?
- Pues quiero significar que la consecución de una meta, de una finalidad, cualquiera que esta sea, implica tener los recursos imprescindibles para ello, significando despilfarro el exceso (para construir, mantener, etc.) e inutilidad el defecto.
- De acuerdo. ¿Y eso qué tiene que ver con la protección de datos?
- Pues mucho: los datos se recogen con una finalidad, y el consentimiento para su tratamiento se pide al interesado para conseguir dicha finalidad, no para cualquier cosa.
- ¿Y?
- Pues que si se recogen más datos de los necesarios, o nos estamos desviando de la declarada finalidad (y hay alguna otra encubierta), o estamos malgastando tiempo y recursos: los del afectado, declarando y aportando datos innecesarios; y los nuestros, tratando y protegiendo datos inútiles.
En efecto, abriendo el título que la Ley orgánica de protección de datos (LOPD) dedica a los principios de la protección de datos, dice el artículo 4 que
1. Los datos de carácter personal sólo se podrán recoger para su tratamiento, así como someterlos a dicho tratamiento, cuando sean adecuados, pertinentes y no excesivos en relación con el ámbito y las finalidades determinadas, explícitas y legítimas para las que se hayan obtenido.
2. Los datos de carácter personal objeto de tratamiento no podrán usarse para finalidades incompatibles con aquellas para las que los datos hubieran sido recogidos. No se considerará incompatible el tratamiento posterior de éstos con fines históricos, estadísticos o científicos.
3. Los datos de carácter personal serán exactos y puestos al día de forma que respondan como veracidad a la situación actual del afectado.
4. Si los datos de carácter personal registrados resultaran ser inexactos, en todo o en parte, o incompletos, serán cancelados y sustituidos de oficio por los correspondientes datos rectificados o completados, sin perjuicio de las facultades que a los afectados reconoce el artículo 16 (derechos ARCO).
5. Los datos de carácter personal serán cancelados cuando hayan dejado de ser necesarios o pertinentes para la finalidad para la cual hubieran sido recabados o registrados.
Es decir, los datos solicitados para una finalidad determinada, explícita y legítima (como dice el artículo 8 del Reglamento de la Ley , han de ser adecuados, pertinentes y no excesivos para el logro o consecución de la misma; y, una vez alcanzada la finalidad pretendida, hay obligación de cancelar dichos datos recabados, salvo excepciones. Más allá se podrán conservar únicamente como dato disociado que no permite la identificación del afectado.
Por lo tanto, recabemos de nuestros clientes o usuarios los datos imprescindibles para el desarrollo de nuestra oferta de negocio o actividad: además de cumplir con la ley, ahorraremos recursos (en la recogida, tratamiento, protección y cancelación; además de las consecuencias de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición por el afectado) y ganaremos en seriedad e imagen corporativa ante nuestra clientela y nuestro mercado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario